Resulta muy frecuente terminar el día y sentir como que nos ha pasado un tren por encima. Llegamos a la casa y sentimos no tener una gota más de energía, y aun falta mucho por hacer. Nuestros hijos nos reciben con todo el deseo de que les atendamos, pero nosotras no queremos escuchar si quiera una sola voz. Nos detenemos a pensar, y nos decimos a nosotras mismas: ¿Pero que tanto hice hoy para sentirme tan agotada? No existe nada peor que el ¡cansancio mental!

Algunas de las señales que te pudieran indicar que estas teniendo fatiga mental son:

  • Dificultad para conciliar el sueño
  • Nerviosismo
  • Angustia
  • Dolor de cabeza y muscular frecuente
  • Dificultad para concentrarse
  • Desmotivación

Y es que hacemos todos los malabares que tenemos a nuestro alcance para sentirnos la ¡Mujer Maravilla! Situaciones como: Yo puedo manejar varias cosas a la vez, el famoso “multitasking”. Tengo el teléfono celular pegado a la oreja sostenido por el hombro coordinando algún pendiente, mientras; también estoy pagando las compras del supermercado, y a su vez mi cerebro está pensando en que ya se acerca la hora de la reunión de trabajo que tenemos programada; y para rematar cuelgas la llamada y ya tienes cientos de correos y mensajes por contestar. Este es un perfecto ejemplo de que estás en esos lugares, pero en ninguno de ellos; “Estoy, pero no estoy”.

Culturalmente eso te ha hecho pensar que eres productiva. Te sientes ansiosa, tensa y siempre en movimiento para ser eficaz. Entonces, en algún momento, has sentido la necesidad de partirte en mil pedazos para poder hacer todo lo que hay en esa interminable lista de pendientes. Déjame decirte que despedazada no le sirves a nadie, mucho menos a ti misma, pues serás tú quién pagará la factura más alta.

CEOs de grandes empresas en EE. UU utilizan herramientas tan fáciles como:

  • Desconectarse de cualquier aparato tecnológico durante su rutina de ejercicios.
  • Dejar los teléfonos móviles fuera mientras están en una reunión de trabajo.

Esto les ayuda a empezar a familiarizarse con vivir el tiempo presente, y vaciar la mente. Ser conscientes en el mundo real no siempre nos resulta fácil, pero si logramos conseguir mejorar tan solo un poco, nos veremos beneficiadas de maneras cruciales.

El Mindfulness, al que le llaman la nueva ciencia de la salud y la felicidad, no es otra cosa mas que estar en el presente y vivir el presente. Es detener un poco las pelotas de nuestro malabarismo, y abrazar la belleza del “monotasking”: Una cosa a la vez. El cuerpo está diseñado para ser enérgico y activo y luego recuperarse. Ese espacio de recuperación es el que le hemos quitado a nuestro cuerpo ahora que hemos decidido llevar el trabajo a la casa con la facilidad que nos presta la tecnología.

Aquí te comparto tan solo algunos de los beneficios de vaciar nuestra mente:

  • Al no estar agregando cosas, ocurre la magia de ordenar tus propios pensamientos.
  • Cuando la mente se detiene, nos permite re enfocarnos.
  • Desarrolla creatividad.
  • Alivia la depresión, ansiedad y dolor
  • Sueño profundo
  • Estado de ánimo más feliz

Mi reacción inmediata a la meditación era una insistencia a que mi cerebro funcionaba demasiado rápido. Si te sientes igual entonces te digo que eres del tipo de persona que más lo necesita.

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y veras que es más fácil de lo que piensas!

Karla de TOP Consulting.