Esta semana tuvo sus altos y bajos. Y…bueno así es la vida… lo importante es sacar lo mejor de ella. Esos altos y bajos me motivaron a escribir este blog. Porque esa pregunta de: ¿Qué me pongo? puede estar motivada por diversos factores, pero lo importante es vestirse con un objetivo en mente.
En mi caso, el día que me levanté triste, pude haber escogido del guardarropa la camisa más apagada que tenía. Al contrario, decidí usar los colores estratégicamente y a mi favor y combiné los colores azul y blanco de la tranquilidad con un naranja y lavanda de alegría, fiesta, y esparcimiento. ¿Saben cuál fue el resultado?… Si, los colores alivian. Me hicieron sentir mejor.
En que otros aspectos pueden pensar al momento de decidir que usar:
Objetivo y audiencia: ¿Qué tengo que hacer hoy? Una reunión donde necesito mostrar autoridad, pues te va el negro de maravilla. Iré a negociar un nuevo contrato, entonces el rojo descártalo del todo. Voy a un almuerzo con mis amigas, el rosado seguro te hará ver estupenda. Así que siempre piensa en tu objetivo y audiencia.
¿Uniforme por elección?: Si eres de las personas como Mark Zuckerberg que no pretenden perder tiempo en estar pensando que usaran ese día y encuentran un atuendo que les funciona a la perfección, pues se vale casarse con él. Eso se llama simplificar la vida y no tiene nada de malo.
Estilo: Ten claro desde tu autenticidad, que es lo que te va y que no. Si eres de las personas que no usan accesorios, entonces no los uses. No es necesario tener que usar aretes, collares, etc., solamente porque el resto de personas los usan.
Y por último procura que la ropa no te quede ni muy ajustada ni muy holgada, sino que talle perfectamente a tu cuerpo.
Al tomar conciencia de nuestra propia imagen, descubrimos la manera en que queremos influenciar en los demás, y empezamos a construir nuestra realidad haciendo uso de esta herramienta.
Espero que estas sugerencias te sean de utilidad, y si sientes que todo este tema de la imagen se te dificulta, aquí estamos.
Un abrazo,