¿Que tenía Steve Jobs que hacía de sus presentaciones en Apple algo memorable? ¿Que tiene el Dalai Lama que logra que al sonreír todos lo hagan también? Que tenía Nelson Mandela que lograba cambiar el estado de ánimo de las masas. ¿Qué marcaba la vida de todos aquellos que le conocían?
Son varias las características o atributos que tienen las personas que han sobresalido por sus habilidades de comunicación. Llos que sobresalen, son los que precisamente han fortalecido su liderazgo a través de estas habilidades.
Si me detengo a pensar en una característica en común que sobresale en estas y otras personas a quienes admiro como oradores, creo que tendría que decirles que es la presencia.
Uff y ahora ¿que sigo escribiendo, teniendo en mi mente presente al Dalai Lama o a Nelson Mandela, al mismo Steve Jobs? La palabra “Presencia” toma hasta un aire mítico, como que un aura estuviera alrededor de estas personas. Tiene que ver con muchos detalles… Con la manera en cómo se visten, considerando su audiencia, pero sobre todo considerando su autenticidad, la manera en que usan su lenguaje corporal, la gestualidad… Encuentro en estas características la reunión de varios atributos que hacen que alguien motive, cautive o enamore cuando habla.
¿Para esto, se nace o se hace?
Sin lugar a duda, parte del talento tiene que ver con la genética. Pero la plasticidad del cerebro, comprobada, permite que a través de la practica intensa también desarrollemos talento o habilidades. Así que, si consideras que no eres un buen comunicador, ¡lo puedes lograr!
No debes pasar por alto la importancia de la comunicación como eje central de tu trabajo o negocio. Si no sabes comunicar lo bien que haces algo difícilmente te comprarán.
Un abrazo,
Karla.